Jueves 16 de Enero de 2025

Reflexión “3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario” – Jueves 16 de Enero de 2025

Evangelio: Marcos 1, 40-45

1ª Semana del Tiempo Ordinario

Saludo y Presentación Inicial

Hola, queridos hermanos, bienvenidos a un nuevo episodio de 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario.

Mención del Día y la Fecha

Hoy es jueves, 16 de enero de 2025, y seguimos profundizando en la primera semana del Tiempo Ordinario.

Introducción a la Reflexión del Evangelio

El Evangelio de hoy, tomado de Marcos 1, 40-45, nos narra el encuentro de Jesús con un leproso. Este hombre, marginado por su enfermedad, se acerca con valentía y fe, suplicando: “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús, conmovido, extiende la mano, lo toca y lo sana. Este gesto rompe barreras sociales y revela el amor compasivo de Cristo, que busca sanar tanto el cuerpo como el alma. Este pasaje nos enseña el valor de acercarnos a Jesús con fe y cómo su compasión transforma nuestras vidas.

Lectura del Evangelio

Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45

En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: “Si tú quieres, puedes curarme”. Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: “¡Sí quiero: sana!”. Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.

Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: “No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés”.

Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Momento de Reflexión

Ahora, los invito a reflexionar sobre lo que este pasaje nos enseña y cómo podemos aplicar estos pasos en nuestra vida diaria.

Paso 1: Acercarte a Jesús con confianza y fe

El leproso, a pesar de su condición, se acerca a Jesús con valentía, creyendo en su poder para sanarlo. Este gesto nos invita a confiar en que Jesús siempre nos escucha y puede transformar nuestras vidas.

•Pensemos en: Una persona que, en medio de la desesperación, decide orar con fe y experimenta la respuesta de Dios en su vida.

•Pregúntate: Pregúntate: ¿Te acercas a Jesús con confianza, creyendo que Él tiene el poder de transformar tu situación? O prefieres seguir buscando soluciones en otros lugares sin experimentar la paz y la sanación que solo Jesús puede ofrecer?

Paso 2: Reconocer el toque sanador y transformador de Jesús

Jesús no solo escucha al leproso, sino que lo toca, rompiendo la barrera de exclusión social y devolviéndole la dignidad. Este gesto nos recuerda que el amor de Jesús sana nuestras heridas más profundas.

•Pensemos en: Alguien que, tras sentirse rechazado o excluido, encuentra en el amor de Jesús la fuerza para sanar su corazón y recuperar la esperanza.

•Pregúntate: ¿Dejas que Jesús toque y sane las heridas de tu corazón? O prefieres seguir cargando las heridas del pasado, impidiendo que el amor de Cristo sane tus dolencias más profundas?

Paso 3: Proclamar con alegría lo que Jesús ha hecho por ti

A pesar de la advertencia de Jesús, el leproso no puede contener su alegría y proclama con entusiasmo su sanación. Esto nos invita a compartir con otros las maravillas que Dios hace en nuestra vida.

•Pensemos en: Una persona que, al dar testimonio de cómo Jesús ha transformado su vida, inspira a otros a buscar al Señor.

•Pregúntate: ¿Compartes con alegría las bendiciones que has recibido de Jesús? O prefieres callar lo que Él ha hecho en ti, perdiendo la oportunidad de inspirar a otros a experimentar su amor y poder transformador?

Conclusión

Concluyendo nuestra reflexión, recuerda que:

1. – Acercarte a Jesús con confianza y fe.

2.- Reconocer el toque sanador y transformador de Jesús.

3.- Proclamar con alegría lo que Jesús ha hecho por ti.

Que la escucha de la palabra de Dios se convierta en una bendición para toda tu jornada.