Domingo 2 de Marzo de 2025

📖 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario

Domingo 2 de Marzo de 2025
Evangelio: Lucas 6,39-45
8º Domingo del Tiempo Ordinario

🏁 1. Saludo y Presentación Inicial

¡Bienvenido a “3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario”! Hoy es domingo 2 de marzo, celebramos el 8º Domingo del Tiempo Ordinario. El Evangelio de este día nos invita a mirar nuestro propio corazón antes de juzgar a los demás. Jesús nos enseña que un árbol bueno da frutos buenos y un árbol malo da frutos malos, recordándonos que nuestra vida debe reflejar lo que realmente hay en nuestro interior.

Hoy nos detendremos a reflexionar sobre cómo podemos vivir con autenticidad, reconociendo nuestras propias debilidades y esforzándonos por dar buenos frutos en nuestra vida cristiana.

⏳ 2. Introducción Contextualizada

El Evangelio de Lucas nos presenta hoy una enseñanza clara de Jesús a través de tres imágenes muy poderosas:

1️⃣ El ciego guiando a otro ciego. Jesús nos dice que si una persona sin visión espiritual intenta guiar a otra, ambas terminarán cayendo. 2️⃣ La paja y la viga. Es fácil notar los defectos ajenos, pero difícil ver los propios. 3️⃣ El árbol y sus frutos. Cada persona se revela por sus acciones.

Con estas enseñanzas, Jesús nos llama a examinar nuestra vida y a preguntarnos: ¿Qué clase de frutos estamos dando? ¿Cómo podemos mejorar nuestra relación con Dios y con los demás?

📖 3. Lectura del Evangelio: Lucas 6,39-45

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón”.

Palabra del Señor.

✨ 4. Momento de Reflexión: Invitación a Vivir los 3 Pasos

Jesús nos invita a ser discípulos auténticos, con una fe que se refleje en nuestra vida diaria. Para ello, sigamos estos tres pasos:

1️⃣ Transforma tu corazón

Muchas veces nos resulta fácil ver los errores de los demás, pero difícil reconocer los nuestros. Jesús nos dice: “¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?”. Con estas palabras, nos invita a hacer una pausa y revisar nuestra propia vida antes de criticar a los demás.

👉 Imagina a un hombre que siempre se queja de la impaciencia de su esposa, pero no se da cuenta de que él mismo es intolerante con sus compañeros de trabajo. Un día, al reflexionar en este Evangelio, decide trabajar en su carácter antes de exigir cambios en los demás.

🤔 Pregunta para ti: ¿Hay algo en tu vida que necesitas cambiar antes de juzgar a los demás?

2️⃣ Enseña con el ejemplo

Jesús nos advierte que un ciego no puede guiar a otro ciego. Si queremos ayudar a otros en su camino de fe, primero debemos fortalecer nuestra propia relación con Dios. No podemos predicar algo que no vivimos. Aquí no se trata solo de corregir nuestros errores, sino de comprometernos a crecer espiritualmente. Esto significa alimentarnos de la Palabra, fortalecer nuestra oración y vivir con coherencia.

👉 Imagina a una madre que insiste en que sus hijos recen, pero ella nunca lo hace. Un día, decide empezar a orar en familia y descubre que su testimonio transforma la vida espiritual de su hogar.

🤔 Pregunta para ti: ¿Tu testimonio ayuda a otros a acercarse a Dios, o más bien los aleja?

3️⃣ Da frutos en tu vida

Jesús nos deja una enseñanza clara: “Cada árbol se conoce por su fruto”. Un árbol sano no puede dar frutos malos, y un árbol enfermo no puede dar frutos buenos. Nuestra vida debe reflejar nuestra fe en acciones concretas.

Aquí no se trata de hacer grandes obras, sino de vivir cada día con amor, paciencia, servicio y generosidad. Cuando nuestra vida está llena de Dios, naturalmente damos frutos de bondad.

👉 Imagina a un hombre que, en lugar de quejarse de su comunidad parroquial, decide involucrarse más, ayudar y servir con alegría. Poco a poco, su actitud inspira a otros y transforma el ambiente.

🤔 Pregunta para ti: ¿Qué frutos estás dando en tu vida diaria?

🔥 5. Conclusión

El Evangelio de hoy nos deja tres grandes retos:
✅ Transforma tu corazón – Antes de juzgar a los demás, revisa tu vida y tus actitudes.
✅ Enseña con el ejemplo – Vive con coherencia y ayuda a otros desde tu testimonio.
✅ Da frutos en tu vida – Que tu fe se refleje en tus obras diarias.

Si queremos ser discípulos de Jesús, debemos tener presente siempre estos sencillos pasos: Transforma, Enseña y Da fruto; sólo así podemos reflejar verdaderamente el amor de Dios.

🙏 6. Despedida Final

Que la escucha de la Palabra de Dios se convierta en una bendición para toda tu jornada. ¡Nos vemos luego!