Tres pasos para vivir el Evangelio Diario

Domingo 12 de Enero de 2025 – Fiesta del Bautismo del Señor
Ciclo C – Año I
Primera Lectura Isaías: 40, 1-5. 9-11
Salmo 103
Tito 2, 11-14; 3, 4-7
Evangelio Lucas: 3, 15-16. 21-22

Introducción a la Reflexión del Evangelio

Bueno hermanos, continuamos nuestro caminar. El Evangelio de hoy nos lleva al río Jordán, donde Jesús se presenta ante Juan el Bautista para ser bautizado. Este acto, que marca el inicio de su ministerio público, revela su humildad y el amor del Padre, quien lo proclama como su Hijo amado mientras el Espíritu Santo desciende sobre él.

En este relato encontramos una invitación a reflexionar sobre tres aspectos clave de nuestra vida cristiana: primero, acoger nuestra identidad como hijos de Dios; segundo, vivir con humildad como Jesús; y tercero, ser testigos del Espíritu Santo en nuestro día a día.

Lectura del Evangelio 

San Lucas: 3, 15-16. 21-22

Momento de Reflexión

Caminemos juntos en estos tres pasos que nos acercan más al corazón de Dios.

Paso 1: Aceptar nuestra identidad como hijos de Dios

Jesús, al ser bautizado, recibe la confirmación de su identidad: “Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo mi complacencia”. Este momento resalta que el bautismo no solo es un rito externo, sino una profunda afirmación de nuestra identidad como hijos de Dios. Al igual que Jesús, también somos llamados a vivir esta identidad con confianza y humildad.

Pensemos en una persona que, quizás por circunstancias difíciles, ha perdido el sentido de su valor. Quizás en su trabajo, en su familia o en sus relaciones personales, siente que su identidad está en duda.

Pregúntate: ¿Reconozco mi verdadera identidad como hijo o hija de Dios? ¿De qué manera vivo esta identidad en mi día a día?

Paso 2: Vivir en comunión con el Espíritu Santo

Cuando Jesús es bautizado, el Espíritu Santo desciende sobre Él en forma de paloma, confirmando su misión divina. El bautismo es también un encuentro con el Espíritu Santo, quien nos guía y fortalece en nuestro caminar cristiano. Vivir en comunión con el Espíritu Santo significa dejar que Él transforme nuestro corazón y nos impulse a ser testigos de la bondad de Dios en el mundo.

Pensemos en un momento en que has sentido la presencia del Espíritu Santo, quizás en un momento de oración o en una situación difícil en la que has recibido una fortaleza inesperada.

Pregúntate: ¿Estoy abierto a la acción del Espíritu Santo en mi vida? ¿De qué manera puedo ser más receptivo a su guía y fortaleza?

Paso 3: Comprometernos a vivir el Bautismo como un llamado a la misión

El bautismo de Jesús no es solo un acto personal, sino también un acto que inaugura su misión. De la misma manera, nuestro bautismo nos llama a vivir nuestra fe con un propósito: ser testigos del Evangelio, llevando la luz de Cristo a todos los rincones del mundo.

Pensemos en una persona que, a través de su vida, se ha comprometido a llevar el mensaje del amor y la paz de Cristo. Puede ser un misionero, un voluntario, o simplemente alguien que, en su comunidad, busca servir a los demás.

Pregúntate: ¿Estoy viviendo mi bautismo como un llamado a la misión? ¿Cómo puedo servir más a los demás en mi vida diaria?

Conclusión

Concluyendo nuestra reflexión, recuerda que:

1.- Aceptar nuestra identidad como hijos de Dios nos ayuda a vivir con confianza y humildad.
2.- Vivir en comunión con el Espíritu Santo nos fortalece para seguir el camino de Cristo.
3.- Comprometernos a vivir el bautismo como un llamado a la misión nos invita a ser testigos activos de la fe.

Este día, renovemos nuestra vocación bautismal, recordando que somos hijos amados de Dios, llamados a vivir con el Espíritu Santo y comprometidos a ser mensajeros de su amor. Que, como Jesús, podamos caminar en humildad y misión, transformando el mundo a través de nuestras acciones y palabras. “Les agradezco por habernos acompañado en esta reflexión. Que la escucha de la palabra de Dios se convierta en una bendición para toda tu jornada. Hasta el próximo episodio.”