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Domingo 2 de Febrero de 2025
febrero 2
Reflexión: 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario
Evangelio: Lucas 2, 22-40
4ª Semana del Tiempo Ordinario
Domingo 2 de Febrero de 2025
1. Saludo y Presentación Inicial
¡Hola! Bienvenido a 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario. Hoy celebramos la Presentación del Señor en el Templo, una fiesta que nos recuerda que Jesús es la luz que ilumina nuestras vidas. Vamos a descubrir cómo este Evangelio nos invita a vivir con fe, esperanza y testimonio.
Introducción Contextualizada
Hoy recordamos cómo María y José llevaron a Jesús al Templo para presentarlo a Dios, según la ley judía. Allí, Simeón y Ana, dos ancianos llenos de fe, lo reconocen como el Salvador. Simeón, movido por el Espíritu Santo, proclama que Jesús es la luz de las naciones. Ana, con su testimonio, anuncia la llegada del Mesías.
Este pasaje nos enseña tres actitudes fundamentales para nuestra vida: abrirnos a Dios, vivir con esperanza y ser testigos de su luz.
3. Lectura del Evangelio
Mis ojos han visto al Salvador.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
“Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”.
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: “Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma”.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
4. Momento de Reflexión: Invitación a Vivir los 3 Pasos
Paso 1: Abre tu corazón a Dios
Simeón no llegó al Templo por casualidad. Él escuchó al Espíritu Santo y se dejó guiar. Solo un corazón abierto puede reconocer la presencia de Dios en lo cotidiano.
Imagina a un hombre que vive su vida corriendo, sin tiempo para Dios. Un día, acepta la invitación de un amigo para ir a Misa. Al escuchar la Palabra, siente que Dios le habla directamente. Algo cambia en su interior.
Pregúntate: ¿Estás dejando espacio a Dios en tu vida o tu rutina te lo impide?
Paso 2: Espera con confianza
Simeón y Ana pasaron años esperando al Salvador, pero nunca perdieron la fe. Sabían que Dios cumple sus promesas, aunque tarden.
Imagina a una madre que reza por su hijo alejado de la Iglesia. Pasan los años, y parece que nada cambia. Un día, sin esperarlo, su hijo le dice que quiere volver a confesarse.
Pregúntate: ¿Tienes paciencia para esperar en Dios, o te desesperas cuando las cosas no salen como quieres?
Paso 3: Sé testigo de la luz de Cristo
Simeón no se quedó callado: proclamó que Jesús es la luz del mundo. Ana tampoco: anunció a todos que el Mesías había llegado. Nosotros también debemos ser testigos.
Imagina a un joven que, con su testimonio y alegría, inspira a otros a acercarse a Dios. Sin dar sermones, su vida misma transmite esperanza.
Pregúntate: ¿Tu vida refleja la luz de Cristo o pasas desapercibido en la fe?
5. Conclusión
Concluyendo nuestra reflexión, recordemos los tres pasos que hemos explorado:
1️⃣ Abrir nuestro corazón a su presencia.
2️⃣ Esperar con paciencia y fe.
3️⃣ Ser testigos de su luz.
Que estos pasos nos ayuden a vivir con más confianza en Dios y a iluminar a los demás con nuestro testimonio.
6. Despedida Final
Que la escucha de la Palabra de Dios se convierta en una bendición para toda tu jornada.
¿Qué es 3 Pasos para vivir el Evangelio Diario?
Es un espacio diseñado para acompañarte en el hermoso desafío de descubrir tu vida como un camino. Cada día nos encontramos ante la oportunidad de avanzar y este podcast busca ser una guía basada en la Palabra de Dios para dar tres pasos concretos hacia nuestra meta final: estar con Él.
Con reflexiones claras y accesibles exploramos juntos el Evangelio, desglosándolo en pasos prácticos que te ayuden a vivir más plenamente tu fe. Este esfuerzo no es solo un momento de escucha, sino una invitación a caminar juntos cada día al encuentro con Dios