Domingo 20 de abril de 2025

3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario

Domingo 20 de abril de 2025
Domingo de Resurrección
Evangelio: Lucas 24, 13-35

1. Saludo y Presentación Inicial

Hermanos y hermanas, hoy celebramos el Domingo de Resurrección, el primer día de la semana, que marca el triunfo definitivo de Cristo sobre la muerte. Hoy, Cristo resucitado se hace presente entre nosotros, no como una figura lejana, sino como un compañero de camino.

El Evangelio de hoy nos habla de los discípulos de Emaús, que, en su tristeza y confusión, se encuentran con Jesús resucitado sin reconocerlo al principio. Es una escena profundamente humana, en la que podemos vernos reflejados: muchas veces estamos tan centrados en nuestras dificultades que no reconocemos a Jesús en medio de nosotros. Pero hoy, como los discípulos, somos llamados a reconocer a Cristo en el camino, a verlo en la Palabra, a comer con Él en la Eucaristía.

2. Introducción Contextualizada

En este Domingo de Resurrección, estamos invitados a renovar nuestra fe y a fortalecer nuestra esperanza. Hoy el Evangelio nos ofrece una invitación a no vivir con los ojos cerrados a la presencia de Cristo en nuestra vida. Los discípulos de Emaús, desanimados por la muerte de Jesús, no lo reconocen en el momento en que se les acerca, pero Él les habla con paciencia y amor. Nos invita a caminar con Él, a escuchar Su Palabra, y a reconocerle no solo en los momentos de gloria, sino en nuestras dudas y tristezas.

Este pasaje es un recordatorio de que Cristo resucitado está cerca de nosotros, incluso cuando no lo vemos con claridad. Hoy, como ellos, podemos experimentar el corazón ardiendo cuando Él nos habla y nos guía. La resurrección no es solo un hecho del pasado, sino una realidad viva y presente que debemos reconocer y vivir.

3. Lectura del Evangelio (Lucas 24, 13-35)

(Aquí se proclama el texto completo)

Momento de Reflexión

Hoy, en este Domingo de Resurrección, somos llamados a caminar con Cristo y reconocerle en tres pasos concretos. La resurrección no solo es una victoria de Cristo sobre la muerte, sino una invocación a nosotros para reconocer Su presencia diaria.

Paso 1: Reconoce a Cristo en el camino

Los discípulos de Emaús caminan desanimados, pero Jesús se les acerca y les pregunta: “¿De qué discuten?” Al principio, no le reconocen, pero al hablar con ellos y al explicarles las Escrituras, su corazón se enciende. Así, Cristo se hace presente en nuestras vidas, especialmente cuando nos sentimos perdidos, dudosos o tristes.

En nuestra vida diaria, muchas veces estamos como los discípulos: camino en el desánimo, pero Jesús camina con nosotros. Él se acerca, nos pregunta por nuestras dificultades, y poco a poco, nos ayuda a reconocer su presencia en nuestro camino.

Imagina a un padre de familia que enfrenta una difícil decisión en su trabajo. Mientras se siente solo y confundido, empieza a sentir en su interior una luz que lo orienta hacia lo que es correcto. Es Jesús, caminando con él, susurrando en su corazón.
¿Dónde puedes reconocer a Cristo caminando contigo en tu vida?

Paso 2: Escucha y deja que tu corazón arda

Los discípulos, al escuchar a Jesús hablar de las Escrituras, sienten en su interior que su corazón comienza a arder. La Palabra de Dios tiene el poder de encender en nosotros el fuego del amor. Cuando escuchamos y vivimos la Palabra, nos damos cuenta de que Cristo está presente y nos guía.

La lectura de la Escritura y la meditación sobre la Palabra son esenciales para nuestro caminar cristiano. Cuando la Palabra de Dios llega a nuestro corazón, nos transforma y nos da el valor para seguir adelante.

Imagina a una joven que, después de escuchar una homilía sobre la resurrección, se siente llena de esperanza y decide actuar con una nueva actitud frente a sus dificultades. El fuego de la Palabra de Dios la transforma.
¿Cómo dejas que la Palabra de Dios encienda tu corazón?

Paso 3: Parte el pan con Él

En el momento de la fracción del pan, los discípulos finalmente reconocen a Jesús. Es en la Eucaristía donde Jesús se hace completamente presente, donde Él nos alimenta con Su Cuerpo y Sangre. En la Eucaristía, Cristo nos da la vida que necesitamos para seguirle, y nos fortalece para nuestra misión.

Es en la Eucaristía donde encontramos a Jesús resucitado de manera más real, más cercana. El Pan de Vida es el alimento que nos da la fuerza para seguir adelante.

Imagina a una madre que, después de recibir la Eucaristía, se siente renovada en su fe. Ahora, con un corazón lleno de amor, decide perdonar a una persona que la ha ofendido.
¿Cómo te preparas para reconocer a Cristo en la Eucaristía?

Conclusión

Hoy, en este Domingo de Resurrección, reconocemos a Cristo en el camino, escuchamos Su Palabra y partimos el pan con Él. Al vivir estos tres pasos, renovamos nuestra fe y nuestra esperanza en Cristo resucitado. Como los discípulos de Emaús, nuestro corazón debe arder de amor por Él y por los demás.

1. Reconoce a Cristo en el camino
2. Escucha y deja que tu corazón arda
3. Parte el pan con Él

Despedida Final

Que la escucha de la Palabra de Dios se convierta en una bendición para toda tu jornada.
Nos vemos en la alegría de la resurrección.

Esquema de Proyección: 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario

Domingo 20 de abril de 2025
Evangelio: Lucas 24, 13-35

1. Reconoce a Cristo en el camino
“¿De qué discuten por el camino?”
Cristo camina con nosotros incluso en el desánimo.
¿Dónde puedes reconocer a Cristo caminando contigo en tu vida?

2. Escucha y deja que tu corazón arda
“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino?”
La Palabra de Dios tiene el poder de encender en nosotros un fuego de amor y esperanza.
¿Cómo dejas que la Palabra de Dios encienda tu corazón?

3. Parte el pan con Él
“Partió el pan y se les abrieron los ojos.”
En la Eucaristía, Cristo se hace presente y nos da la fuerza para seguirle.
¿Cómo te preparas para reconocer a Cristo en la Eucaristía?

Resumen Final:
1. Reconoce a Cristo en el camino
2. Escucha y deja que tu corazón arda
3. Parte el pan con Él