Sábado 7 de junio de 2025 – Homilía Vigilia de Pentecostés

🎧 3 Pasos para Vivir el Evangelio Diario
📅 Sábado 7 de junio de 2025
🕊️ Solemnidad de Pentecostés – Vigilia Multilingüe
🌍 Santuario de San Juan Pablo II

1. Saludo y Presentación Inicial

Querida comunidad, acabamos de escuchar las lecturas de esta vigilia de Pentecostés proclamadas en francés, italiano, macedonio y latín. Y aunque no todos entendimos cada palabra, sí pudimos sentir cómo el Espíritu Santo rompe las fronteras, une las diferencias y nos hace una sola Iglesia, un solo cuerpo, un solo pueblo.

En esta noche santa, en la que el fuego del Espíritu desciende sobre nosotros, los invito a acoger la Palabra con el corazón abierto y a vivirla con decisión, con una Palabra de Dios, que hoy nos desafía a ser, de verdad, una Iglesia sinodal: una Iglesia que camina junta, escucha a todos y discierne unida.

2. Introducción Contextualizada

Escuchamos primero, en francés, al profeta Joel anunciando que el Espíritu será derramado sobre cada persona: sobre jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, pobres o ricos. No es un privilegio para unos pocos, es una promesa universal. El Espíritu hace soñar a todos, sin distinción.

Después, el Salmo 103 en italiano, nos invitó a pedir al Señor: “Manda tu Espíritu, Señor, a renovar la tierra”. Cuando el Espíritu viene, no solo cambia corazones: transforma el mundo, sana lo que está roto, y hace florecer lo que parecía muerto. No hay Pentecostés verdadero sin renovación real, sin frutos visibles.

Luego, en macedonio, una lengua eslava que es propia de comunidades ortodoxas, escuchamos a San Pablo recordándonos que aunque hay muchos dones, todos provienen del mismo Espíritu. Quisimos incluir esta lengua en la liturgia, como un gesto ecuménico muy significativo. No pretendemos solo mostrar diversidad lingüística, sino expresar cómo la Iglesia Católica es verdaderamente universal: Actualmente se compone de 24 iglesias particulares, cada una con sus propios ritos, tradiciones y costumbres, pero todas en plena comunión con el Papa. La mayoría de Catolicos en México somos de rito latino, pero también están las iglesias católicas orientales, como la bizantina, la maronita, la armenia, la caldea, entre otras, cada una con sus liturgias, lenguas y costumbres propias.

La verdad, pero este gesto ecuménico me parece profundamente significativo porque evoca la comunión y la riqueza de la Iglesia universal, que no uniforma sino que acoge y armoniza las diferencias, construyendo así el cuerpo de Cristo con todos sus carismas.

Finalmente, en latín, escuchamos el Evangelio de Juan: “Tanto amó Dios al mundo…” El amor que no condena, sino que ilumina, salva y convoca. Un amor que quiere llevarnos de las tinieblas a la luz.

En medio de esta celebración multilingüe, hemos vivido un verdadero Pentecostés, donde el Espíritu no solo nos habla, nos une, nos empuja, nos lanza como Iglesia sinodal en misión. Ahora, vamos a poner esta Palabra en práctica con tres pasos concretos.

3. Momento de Reflexión: Invitación a Vivir los 3 Pasos

✨ Paso 1: Acoge al Espíritu que habla en todos

(Inspirado en Joel 3, 1-5a – proclamado en francés)

El Espíritu no se limita a los entendidos ni a los consagrados. Se derrama sobre todos. Sobre los jóvenes que sueñan y sobre los mayores que guardan memoria. Sobre hombres y mujeres, sobre los que apenas comienzan y sobre los que sienten que ya no cuentan. Todos pueden escuchar a Dios. Todos pueden hablar desde Dios.

Eso es sinodalidad: una comunidad donde cada uno tiene voz, cada uno tiene algo que decir, y todos tenemos algo que escuchar.

🌀 Imagina a una mujer migrante que por años se sintió invisible en su parroquia porque no hablaba español. Hasta que un día alguien le pidió rezar en su lengua en una vigilia. Su oración conmovió a todos. Ahí comprendió que el Espíritu también hablaba en ella, y que su voz tenía un lugar en la Iglesia.

📍 Pregúntate: ¿Estoy abierto a escuchar lo que el Espíritu dice a través de los demás, incluso si piensan distinto, si hablan otro idioma o si vienen de otra realidad?

✨ Paso 2: Construye comunión en medio de la diversidad

(Inspirado en 1 Cor 12, 3b-13 – proclamado en macedonio)

Pablo lo dice claro: somos un solo cuerpo con muchos miembros. No hay competencia, hay complementariedad. No hay jerarquías de importancia, hay una profunda necesidad mutua. Nadie puede decir: “yo no soy necesario” o “el otro no importa”.

Una Iglesia sinodal abraza la diversidad como don, no como problema. No busca eliminar las diferencias, sino hacerlas dialogar, colaborar, enriquecerse mutuamente.

🌀 Imagina a un joven que descubrió en las redes sociales una forma para compartir su fe y acercar a muchos al Evangelio. Aunque algunos no entendían su pasión por usar la tecnología para evangelizar, su testimonio sincero y alegre tocó corazones incluso más allá de su parroquia. Bueno, este joven murió en el 2006 a causa de una leucemia fulminante y ahora será nombrado santo: Carlo Acutis.

📍 Pregúntate: ¿Reconozco los dones del otro como un regalo para mí y para la comunidad?

✨ Paso 3: Camina hacia la luz con tu comunidad

(Inspirado en Jn 3, 16-21 – proclamado en latín)

Jesús vino al mundo por amor. Para salvar, no para condenar. Para traer luz. Pero no todos quieren caminar hacia la luz, porque muchas veces nos acomodamos en la sombra, en la mediocridad, en la indiferencia.

Pentecostés nos recuerda que caminar hacia la luz no es un camino solitario, es un camino comunitario. La sinodalidad es precisamente eso: iluminarnos mutuamente, corregirnos con amor, animarnos en la fe.

🌀 Imagina a una persona que, tras un fuerte escándalo, se alejó de la comunidad por vergüenza. Sin embargo, un pequeño grupo de amigos que hizo en la parroquia comenzó a visitarle, sin juzgarle, solo estando ahí. Esa presencia fue la lámpara que lo llevó de nuevo a Dios. No fue un sermón lo que lo convirtió, fue una comunidad que camina hacia la luz.

📍 Pregúntate: ¿Camino con otros hacia la luz, o prefiero quedarme solo para evitar enfrentar mi oscuridad?

4. Conclusión

Hermanos, el Espíritu ha hablado esta noche. No solo en las Escrituras, sino en las lenguas, los rostros, los silencios y los cantos de esta comunidad. Hemos vivido un Pentecostés real, no solo simbólico. Ahora toca responder con vida.

Recuerda los tres pasos para vivir este Pentecostés:

1. Acoge al Espíritu que habla en todos: Abre tu corazón para escuchar a Dios en cada persona, sin excluir ni juzgar.
2. Construye comunión en medio de la diversidad: Reconoce y valora los dones distintos de cada miembro, porque juntos somos más fuertes.
3. Camina hacia la luz con tu comunidad: No camines solo ni en la sombra; acompaña y déjate acompañar en el camino de la fe.

🔥 Transformemos lo que hemos celebrado. Enseñemos con nuestra vida lo que hemos escuchado. Demos fruto en nuestra Iglesia sinodal, donde todos caminamos, todos discernimos, todos participamos.